Consejos
Tal y como se ha señalado las causas de un Trastorno Depresivo se encuentran en factores biológicos y psicosociales, siendo difícil especificar el peso que cada uno de estos pueden tener en cada persona.
Sin embargo, resulta de significativa importancia conocer aquellos factores que nos protegen de la Depresión, sobre los que podemos tener algún control y que nos pueden ayudar a prevenirla.
Nos podría ayudar

La gestión del estrés
El estrés resulta adaptativo para el afrontamiento de algunas situaciones de desafío en la vida de la persona. Sin embargo, cuando este estrés se prolonga en el tiempo se convierte en negativo y puede repercutir perjudicialmente en la salud de la persona, derivando frecuentemente en una Depresión. Es importante contar con estrategias para el manejo de estas situaciones y evitar el estrés mantenido en el tiempo.

Relaciones sociales y vínculos íntimos o de amistad
El contar con un grupo social de referencia o vínculos de relación más íntimos,es positivo dado que la persona se siente parte de un grupo,se siente escuchada, respetada, valorada, querida, ayudada y puede de forma recíproca transmitir lo mismo.

Exposición a situaciones de violencia
El experimentar situaciones de violencia, física o psicológica, conlleva una elevada carga de estrés, que bien se puede dar en un periodo corto de tiempo pero muy intenso o bien durante un periodo mantenido en el tiempo.
En ambas situaciones, el estado afectivo de la persona se puede ver afectado. Cuando se da esta violencia puede generarle entre otras consecuencias una importante inseguridad, merma de su autoestima y ruptura de vínculos sociales.
Evitar y protegerse en la medida de las posibilidades de este tipo situaciones es un factor para evitar la Depresión.

Dar un sentido al trabajo y a las actividades que se realizan
Estar satisfecho con el trabajo o las actividades que se realizan, encontrando en las mismas un valor coherente con los principios de uno y más allá del beneficio material que se puedan obtener de las mismas, ayuda a sentirse más feliz y contento con uno mismo.

Mantener orden de horarios y hábitos alimenticios
El mantenimiento de una rutina de horarios, incluido los horarios de sueño, ayuda a tener el cuerpo y la mente descansados. Los hábitos alimenticios influyen en nuestro estado de ánimo, y está comprobado que algunos alimentos ayudan al bienestar emocional mientras que otros repercuten en el mismo.

Practicar actividad física
Es sabido que el ejercicio físico implica entre otros efectos la secreción de una sustancia química de forma natural, como son las endorfinas, que originan una sensación de bienestar en el organismo. A esto se le añade también los beneficios que provoca en la propia autopercepción de las personas, que se siente mejor consigo misma y con su cuerpo.

Evitar consumo abusivo de alcohol y otros tóxicos
El consumo abusivo de alcohol(sustancia depresora)es un factor de riesgo para la depresión, tanto por su efecto biológico en el organismo como por las repercusiones derivadas de los problemas que puede ocasionar. También el consumo de otras sustancias tóxicas es un factor de riesgo para la Depresión.

Salir de la rutina y realizar actividades placenteras
Realizar de vez en cuando actividades que se salen de la rutina y placenteras, es una forma de romper con la monotonía y animarse, y evitar entrar en fases de apatía y tristeza.

Dar espacio y tiempo a la creatividad
Producir algo nuevo desde la imaginación, conlleva la activación y estimulación de procesos mentales como la memoria, la atención, el razonamiento, etc. que son positivos e implica efectos beneficiosos también en el estado emocional.

Mantener contacto con la naturaleza
El contacto con la naturaleza,ejerce un efecto beneficioso en la salud tanto física como psíquica. Ayuda entre otras cosas a fortalecer el sistema inmunológico y reducir el estrés.