Testimonios

comillas1Te levantas un día de la cama y todo te sienta mal, incluso la pregunta más inocente. Tu madre, padre, pareja, amigo y demás personas que puedan relacionarse contigo vienen por el pasillo, y se dirigen a ti y te preguntan ¿Qué vas a desayunar?” Y tu respuesta es Desayunaré lo que me salga de los ovarios. Imaginad la cara de la persona interpelante y la reacción que se puede suscitar en esa persona. No muy buena ¿verdad? Otra situación: un día tu pareja es la ideal y al día siguiente la mandarías a tomar por donde amargan los pepinos.

 Si no logras manejar este tipo de comportamiento tu pareja se volverá loca. No es fácil manejarlo. Yo a veces lo consigo, lo que me hace pensar que se puede hacer, aunque requiere un esfuerzo a nivel emocional tremendo. Pero en ocasiones lo he logrado.

 

Entiendo que por este tipo de situaciones la convivencia con un TLP (trastorno límite de la personalidad) no sea fácil, yo soy TLP y reconozco que a veces aguantarme no pueda ser lo mejor del mundo. Pero también los TLP somos seres sensibles y atormentados que vivimos en una continua zozobra, no somos así porque queramos, no lo hacemos a posta, y además sufrimos por lo que hacemos. A veces no entendemos por qué reaccionamos así, no nos gusta, pero muchas veces somos incapaces de hacerlo de otra manera. A veces lloramos, y mucho, porque en vez de pensar lógicamente ante un comportamiento de alguien cercano, el sentimiento que se cierne sobre nosotros es “no me quiere” y reaccionamos llorando y pensamos que la culpa es nuestra, cuando es culpa de la enfermedad.

Si esto te parece duro amigo es sólo un pequeño ejemplo de lo que un TLP puede llegar a sentir. Tú te puedes sentir mal por como reaccionamos, pero imagínate cómo nos sentimos nosotros reaccionando así sin ni siquiera saber el porqué. No es fácil convivir con este maldito trastorno para nosotros y menos si, en vez de intentar ayudar y aceptar, intentáis comprender lo que nos ocurre, no se puede comprender algo que no tiene explicación. Pierdes un ser querido y tu mundo se derrumba como las torres gemelas de nueva York el 11 de septiembre, y tú pensando que eso no es normal y tienes prisa por salir de ese maldito estado, con lo que generas una ansiedad que se retroalimenta y acaba en trastorno de pánico. Si para ti es horrible imagina para mí que no puedo huir de ello. Tú puedes alejarte, irte, dejar de hablarme, odiarme, pero yo no puedo huir de mi misma, estoy atrapada en este horror de turbulencia sentimental, sé que no es fácil estar conmigo, pero yo, familiar, amigo, pareja y persona allegada, te quiero. A veces puedes sentirte usado por mí y puedes decir que no eres el chico de los recados y con mucha razón, pero piensa que en ese momento yo no soy consciente de que te utilizo y quizá necesite esa reprimenda, cómo me siente es otra cosa con la que tendré que lidiar.

 

Como ves ser TLP es como una auténtica maldición, y el primero en ser víctima de esa maldición es el propio enfermo. Con esto no pretendo ser victimista ni hacer que te sientas culpable, sólo quiero que atisbes lo que puedo llegar a sentir. Dicen los que investigan estas cosas que se mezclan factores genéticos, biológicos, ambientales, la educación que hayas tenido, los modelos que tuvieras en casa, o sea todo tu entorno además de cualquier suceso que te haya afectado en tu vida. Supongo que en mi caso también habrá habido algo de eso, cosas sin mala intención que han hecho que mi personalidad no se forme correctamente y sea como es, y ahora esté condenada a esta cruel maldición de por vida.comillas2